Siempre alguien pasa y pregunta.

Una clara conciencia de lo que he perdido, es lo que me consuela.
Las horas, largos viajes insípidos.

Mis historias,
instantes preferidos, 
tesoros en imágenes que guardo en la boca.
Es inútil que les huya
si las siento vivas en el pecho
con la vida sin muerte del olvido.

Siempre alguien pasa y me pregunta.
Y lo que he perdido, intenso, como el recuerdo de una sensación, me consuela.

Nunca olvido.


(el amor ya no tocaba a su puerta, tenía llaves)