Sprite y "Saldos de Roberto"

Él me dice que cree que una persona puede amar a alguien y todavía ser capaz de asesinar esa persona.

Yo le digo, no, eso no es amor. Eso es apego. Me dice: no, eso es amor. Podés amar a alguien, y que llegue un día en que te veas forzada a pensar “es él o yo”, pienses: “yo” y lo asesines. Le digo, entonces no es más amor. Y me dice: o sea, fue amor hasta entonces. Digo: puede ser que nos refiramos a diferentes cosas por la misma palabra. Él dice que los humanos son complicados: el amor puede existir incluso un corazón asesino. Después le digo que lo que podemos querer decir por amor es deseo. El amor no es un sentimiento, digo. Y me dice, ¿Entonces qué es?

Estamos parados en la avenida diciendo buenas noches. No puedo tomar la cantidad de Sprite que acabo de comprar- una y otra vez me llevo la fría lata a mi boca y chupo la cosa del agujero que hizo la chapita.

 Después pienso, ¿lo amo lo suficiente para dejarle pensar estas cosas de mí incluso si no las está pensando?

 La luna no se pierde y el cielo no se vuelve más claro. A pesar de que los días, empezaron a alargarse, sabemos que un invierno empezó.

Y así fue el fin.