Lo que pasó con el calor que quedó del big bang y otras inevitables reseñas sobre el nervio óptico.

"Tampoco la pavada" ni que me hubiera dicho:

"tu cuerpo hace que exista lo que existe: tu cuerpo hace imposible lo que existe"

porque ya  sabemos que es mentira.

Hasta ayer mi cuerpo no servía.
Ahora se despedaza hacia sus esquinas cuadradas.

Pero,¿por qué turbarme o
confudirme teniendo la opción de abatatarme?


¿No llegará la noche, o quizá algo más hondo, a formarle otro cuerpo, otra privada selva de minúsculos signos, donde pueda empezar, sin tiempo, su alucinante pérdida de ser un sitio ya inmóvil entre sus manos de amante?

veo.